INTRODUCCIÓN
En esencia, el trabajo del estratega es
comprender y enfrentar la competencia. Sin embargo, los ejecutivos suelen
definir la competencia de una forma demasiado estrecha, como si fuera algo que
ocurriera sólo entre los competidores directos actuales. No obstante, la
competencia por las utilidades va más allá de los rivales establecidos de un
sector e incluye a cuatro otras fuerzas competitivas: los clientes, los
proveedores, los posibles entrantes y los productos substitutos. La rivalidad
extendida, que se genera como consecuencia de las cinco fuerzas, define la
estructura de un sector y da forma a la naturaleza de la interacción competitiva
dentro de un sector.
Pero para comprender la competencia y la
rentabilidad de cada uno de estos sectores, uno debe analizar la estructura
subyacente de cada sector en términos de las cinco fuerzas competitivas.
La competitividad y la rentabilidad
determinan la estructura de un sector; ésta no depende de si el sector ofrece
productos o servicios, si es emergente o maduro, de alta tecnología o baja
tecnología, si está regulado o no lo está.
Aun cuando una multitud de factores
incluyendo las condiciones climáticas y los ciclos de negocios pueden afectar
la rentabilidad de un sector en el corto plazo, es la estructura del sector, la
cual se manifiesta en las fuerzas competitivas, la que determina la
rentabilidad del sector en el mediano y largo plazo.
RESUMEN:
Para que una organización este bien posicionada debe de tener
claro y definido dos conceptos fundamentales misión y visión que son la base de
la misma, estos representan el porqué y para que existe la organización los
cuales no pueden variar deben ser algo constante para que esta pueda llevar a cabo todos los objetivos y metas propuestos
a futuro. Ambos conceptos (misión y visión) juegan un papel importante como
aspectos psicológicos y organizativos en cualquier estrategia a largo plazo,
sea esta empresarial, política, personal, etc.
La
misión: es por la cual se conoce el
negocio y a que se dedica en la actualidad, es decir esta define el propósito
por el cual fue creada y las necesidades que esta satisface con su producto o
servicio, esta va de la mano con la visión y los valores. Las características
que debe tener una misión son: amplia, concreta, motivadora y posible.
La
visión: es la imagen que se plantea a largo plazo de una organización
sobre cómo esta espera que sea su futuro, nos permite orientar los esfuerzos de
todos los miembros de la empresa hacia una misma dirección; es decir, facilita que
se establezcan objetivos, expongan estrategias y elaboren tareas bajo la guía
de ésta, logrando así coherencia y organización. Es por ello que debe de ser
realista pero puede ser ambiciosa, su función es guiar, motivar y hacer que los
integrantes de la organización se identifiquen con esta para conseguir un
objetivo unificado.
Los valores: Los
valores son los que apoyan la visión de una empresa, dan forma a la misión y la cultura, reflejan estándares y guían u orientan las decisiones, acciones y conductas de sus miembros, estos
no solo deben ser el conocimiento de los trabajadores, proveedores, público y
comunidad, sino que también se deben hacérseles recordar constantemente. Cabe
destacar que los valores son los pilares más importante de una organización
porque son grandes fuerzas impulsoras de cómo hacemos nuestro trabajo.
Meta: Todas
las empresas para que puedan tener éxito en sus metas y fines a mediano y largo
plazo deben de contar con objetivos que
impulsen a los miembros de la misma a tomar decisiones y perseguir sus
aspiraciones. Tal es el caso de los objetivos estratégicos, también conocidos como objetivos organizacionales, que están
basados en la visión, la misión y los valores de una organización, consideran a
la empresa como un todo, condicionan las acciones que se llevarán a cabo y sirven para definir el rumbo de ésta. Estos
son formulados por los altos directivos de las organizaciones o empresas, Normalmente
son generales y de largo plazo y requieren de una serie de objetivos tácticos. Es de acotar que forman parte de un plan de trabajo y
se suelen desarrollar durante la planeación o planificación estratégica
de la organización.
Para elaborar los objetivos estratégicos de una organización
se debe de tomar en cuenta una serie de requisitos o criterios he aquí un
resumen de los más importantes:
Deben de tener una alta cohesión y alineación con la misión, visión y valores de la organización.
Hacer énfasis en el futuro de la empresa a mediano y largo plazo.
Sus aspectos fundamentalmente deben estar relacionados y expresados en logros, resultados y beneficios globales perdurables.
Reales y alcanzables, no ser complejos y confusos.
Entendibles y transferibles a los miembros de la organización.
Deben de tener una alta cohesión y alineación con la misión, visión y valores de la organización.
Hacer énfasis en el futuro de la empresa a mediano y largo plazo.
Sus aspectos fundamentalmente deben estar relacionados y expresados en logros, resultados y beneficios globales perdurables.
Reales y alcanzables, no ser complejos y confusos.
Entendibles y transferibles a los miembros de la organización.
Establecer
los objetivos de una empresa es tan importante como saber la misión, visión y
valores de la misma incluso guardan un nexo de unión entre ellas para
garantizar que los planes de acción, la
motivación del personal se lleven a cabo y sirvan de puente para la consecución
de las metas planteadas por la organización
a mediano y largo plazo.
CONCLUSION
El funcionamiento interno de una empresa
se encuentra en gran medida determinado por su entorno, el cual incide
directamente en sus estrategias y, por lo tanto, en sus resultados. Es por este
motivo que se hace altamente necesario comprender el funcionamiento de este
entorno, así como la medida en que sus fuerzas se relacionan con la empresa y
afectan su forma de operar.
La aplicación del Modelo de las Cinco
Fuerzas de Porter al sector de la industria donde se trabaje permite comparar
las estrategias y ventajas competitivas con las de otras empresas rivales
mediante el análisis de la rivalidad entre competidores; permitiendo de ese
modo saber si es preciso mejorar o rediseñar las estrategias existentes.
El análisis de la amenaza de la entrada
de nuevos competidores permite establecer barreras de entrada que impidan el
ingreso de estos competidores, tales como la búsqueda de economías de escala o
la obtención de tecnologías y conocimientos especializados; o, en todo caso,
permite diseñar estrategias que hagan frente a las de dichos competidores.
Analizando la amenaza del ingreso de
productos sustitutos es posible diseñar estrategias destinadas a impedir la
penetración de las empresas que vendan estos productos o implementar
estrategias que permitan competir con ellas.
El análisis del poder de negociación de
los proveedores permite diseñar estrategias destinadas a lograr mejores
acuerdos con los proveedores y que permitan adquirirlos o tener un mayor
control sobre ellos.
Por último, el análisis del poder de negociación
de los clientes permite elaborar estrategias destinadas a captar un mayor
número de ellos y obtener una mayor fidelidad o lealtad de los mismos, tales
como aumentar la publicidad u ofrecer mayores servicios o garantías.
Debido a las razones expuestas es que las
empresas deben explotar al máximo las Cinco Fuerzas con el objetivo de aumentar
sus ventajas competitivas.
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